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Ratas y Ratones

En las zonas urbanas existen básicamente tres tipos de ratones y ratas que son: rata migratoria, rata casera y ratón casero (Rattus norvegicus, Rattus rattus,  y Mus musculus).

Las diferencias morfológicas entre las ratas y los ratones de las zonas urbanas son las siguientes:
Son de hábitos nocturnos, miopes y con un fino sentido olfatorio.  Se pueden guiar de un lugar a otro por los olores dejados en las sendas y por medio de sus bigotes y pelos sensitivos. Prefieren vivir fuera de la vista del hombre en sótanos, huecos en las construcciones, dentro de muebles de poco uso.  Tienen hábitos migratorios muy marcados.  Los drenajes constituyen su principal vía de comunicación ya que son hábiles nadadores y buceadores.  Poseen dientes biselados que crecen permanentemente (1.5 cm. por mes).

A pesar de que se asean cada 15 ó 30 minutos lamiéndose todo el cuerpo, estos roedores son peligrosos transmisores de enfermedades por andar en basureros y drenajes. Se alimentan de granos, cereales, alimentos elaborados en su gran mayoría.

Biología:
Son mamíferos.  Su gestación en las ratas dura 22 días y en ratones 19 días aproximadamente.  De cada camada nacen regularmente de 8 a 12 crías.  Las hembras tienen de 6 a 12 camadas en su vida. Paren en sitios cercanos a los alimentos y el agua: las crías se encuentran protegidas en nidos revestidos previamente con toda clase de material aislante como pasto, guatas, algodón, papel, etc. Viven un promedio de 12 meses, pero se han encontrado casos hasta de 18 meses.

Daños que provocan:
Entre los daños materiales que causan, se pueden mencionar el desperdicio e inutilización de alimentos.  Una rata come un promedio de 30 grs. al día de alimento o sea 11 kilos al año, 100 ratas comen algo más de una tonelada al año.  Sólo en la Ciudad de México se estima que existen más de 10 millones de ratas, que ingieren unas 100,000 toneladas de alimentos e inutilizan anualmente no menos de 200,000 toneladas.
Estos animales destruyen el aislamiento de los cables eléctricos provocando cortos circuitos.  Destruyen también muebles, ropa, madera de los pisos, acabados y otros materiales.

Pero ninguno de los daños mencionados se pueden comparar al que provocan transmitiendo enfermedades como la rabia, el tifo, la leptospirosis, salmonelosis, el cólera, la fiebre aftosa, infecciones intestinales, etc.  Las ratas, además, albergan pulgas y ácaros que, al pasarse a los humanos, son capaces de causarles inclusive dermatitis severa.

Se han dado casos dramáticos de ratas que atacan a seres indefensos como niños recién nacidos, mordiéndoles la cara, las orejas o los dedos, y algunas veces, incluso devorándolos, como ha ocurrido en la periferia de basureros en las chozas habitadas por gente muy pobre.

Identificación y localización:

Por lo regular se encuentran indicios de una población de ratas, en los sótanos y primeros pisos.  Por ejemplo:

Olor a orines y excrementos. Presencia de excrementos, pedazos de comida y envolturas dejadas  en rincones ocultos. Ruidos de peleas, correrías y chillidos de crías en el silencio de la noche. Agujeros de forma irregular en pisos o en paredes al nivel del suelo.  Los agujeros de 4 cm. de diámetro indican la aparición de una nueva población.  Si dichos agujeros son redondeados y oscuros indican una población que lleva tiempo de establecida. Senderos de 8 cm. de ancho a lo largo de la pared, con un tono más oscuro de lo normal, a la altura del zoclo. Cajas de cartón, madera y cables roídos y grasosos.

Medios de combate:

Para combatir las ratas es necesario tomar antes medidas precautorias como las siguientes:

• Eliminar totalmente la basura y cerrar bien los basureros.
• Mantener los alimentos protegidos herméticamente, en envases que no puedan ser destapados por las ratas, así como eliminar o evitar posibles tomas de agua para las ratas, como pueden ser charcos, cisternas descubiertos y cuidar de sacar recipientes de agua como cubetas, piletas o fuentes al nivel del piso.
• Estibar materiales y alimentos almacenados a una altura mínima de 20 cm. del piso.
• Que el espacio entre el piso y las puertas sea de 1.5 cm. como máximo.
• Eliminar huecos en la fachada del inmueble; colocar rejillas en desagües y drenajes; eliminar ventilas al nivel del piso de la calle con el fin de impedirles el acceso.
• Una vez aplicadas las medidas preventivas adecuadas se procede al combate.  Este puede hacerse por medio de trampas o venenos.
• Las trampas son adecuadas para infestaciones escasas o cuando sea demasiado peligroso poner venenos.  Pueden ser de dos tipos fundamentalmente.  Trampas con cebos envenenados y las que tienen un disparador que se acciona al momento de pisarlas.  Ambos tipos dan buen resultado si se colocan con cuidado, ya que pueden causar accidentes personales si se disponen incorrectamente.

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