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PICADURAS DE ALACRÁN EN MÉXICO... continuación

... pero la potencia del veneno secretado por sus glándulas e inyectado por el aguijón es sumamente variable. La especie más grande de todas, Hadrurus aztecus Pocock del estado de Guerrero, que llega a medir hasta 11.50 cm de largo y es de color muy oscuro, casi negro, tiene un veneno poco tóxico, nada peligroso. Las personas picadas pueden morirse del susto, al ver el tamaño impresionante del animal, pero no por su veneno. Lo mismo puede decirse de muchas especies de menor tamaño, pertenecientes a los géneros Vejovis y Diplocentrus, muy frecuentes en gran cantidad de los estados de la República Mexicana; todas pueden producir reacciones locales en el sitio de la picadura, pero sin mayores complicaciones.

El conocido alacrán del Distrito Federal, Vejovis mexicanus Koch, tiene una picadura dolorosa, pero no peligrosa. En general, puede asegurarse que los alacranes pertenecientes a las familias Vejovidae, Diplocentridae y Chactidae, ocasionan picaduras molestas, pero no de cuidado. Las formas altamente tóxicas y de resultados bastante desagradables se reúnen en la familia Buthidae, con los géneros Centruroides y Tityius; el primero, sobre todo, es el más importante porque comprende las especies más venenosas de México y las más peligrosas del mundo. Hasta ahora, se conocen 20 especies y nueve subespecies mexicanas del género Centruroides; no deja de ser notable que las más tóxicas se distribuyan a lo largo de una extensa área que comprende la Sierra Madre Occidental y las costas del Océano Pacífico, desde Sonora hasta Oaxaca, incluyendo los estados internos de Durango, Zacatecas, Aguascalientes y Morelos.


De acuerdo con el estudio morfológico y los diversos trabajos sobre los alacranes y sus venenos, realizados por Carlos C. Hoffmann entre 1931 a 1939, la especie más venenosa del país es Centruroides noxius C. C. Hoffmann, del estado de Nayarit, cuya distribución se extiende hasta el sur de Sinaloa y zona limítrofe con Jalisco. Esta especie no acostumbra entrar a las casas y se encuentra entre los cerros y lomas que circundan las ciudades.


Le sigue en peligrosidad C. suffussus Pocock, el famoso "alacrán de Durango", que se encuentra en todo este estado, hasta los límites con Sinaloa. Suele entrar a las casas.


Muy peligroso también es C. limpidus Karsch, del estado de Guerrero, que también abarca en su distribución a Morelos, el sur de Puebla y partes colindantes de los estados de México y Michoacán; con frecuencia penetra a las habitaciones humanas.


Hay otras especies peligrosas en la región occidental de México, pero ésta son las principales.
Especies de Centruroides existen también en las costas orientales que dan al Golfo de México; pero, curiosamente, ninguna de ellas se puede considerar como peligrosa; la más frecuente y de mayor distribución es C. gracilis Latreille, que se extiende desde Tamaulipas, hasta el estado de Yucatán por toda la costa, abarcando estados del interior como San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y México.

FUENTE:

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/menu.htm
http://www.ufl.edu/
UNIVERSIDAD DE FLORIDA

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